sábado, 30 de marzo de 2013

Más recursos marinos de interés terapeútico.



EL PULPO DE LOS ANILLOS AZULES
El pequeño pulpo de anillos azules contiene un potente veneno producido por las bacterias que viven en su boca: la tetrodotoxina. Esta sustancia paraliza el sistema nervioso de sus víctimas, y es muy peligrosa porque no se conoce ningún antídoto efizaz. En medicina, sin embargo, la tetrodotoxina es de gran utilidad para investigar cómo se transmite el impulso nervioso a través de las neuronas.







PEZ GLOBO
Los peces globo esconden en su cuerpo una poderosa toxina capaz de matar a personas: la tetrodotoxina. En medicina esta sustancia se emplea como calmante del dolor en cánceres terminales, jaquecas y otras enfermedades. El estudio de los fármacos de origen marino comenzó en los años 60 del siglo pasado con el descubrimiento de la tetrodotoxina y de la saxitoxina, extraída de microorganismos.



ASCIDIA.
El primer medicamento de origen marino contra el cáncer se obtuvo de una ascidia, la Ecteinascidia Turbinata es, además, el primer fármaco específico para saracomas de tejidos blancos. Otro antitumoral, pendiente de aprobación, se extráe de la especie mediterránea Aplidium albicans.



EL CANGREJO HERRADURA
Sangran un líquido azul oscuro. Su sangre, que se espesa con el contacto del aire, tiene un mecanismo especial de defensa contra los microbios que entran por una herida. Si son bacterias dañinas, se coagula y atrapa los invasores. Esta sangre se investiga para crear nuevos antibióticos, que curan las infecciones de microbios que se hicieron resistentes frente a la penicilina y a otros antibióticos comunes.





RANAS, SAPOS Y TRITONES
Los anfibios, como las ranas, los sapos o los tritones, producen una amplia variedad de sustancias tóxicas con actividad farmacológica.
Fortalecen el corazón, facilitan el riego sanguíneo, son analgésicas y actúan como antibióticos. La elevada capacidad de los anfibios para regenerar órganos y tejidos, así como su resistencia a la congelación, son cualidades que se estudian para poder aplicarlas a nuevos tratamientos médicos. 




EL CARACOL MARINO.
El caracol marino Conus magus proporcionó un fármaco contra el dolor crónico que se comercializa desde 2006. El Prialt tiene la capacidad de bloquear los canales que comunican las células nerviosas transmisoras del dolor. La conotoxina que producen los conos es un analgésico 1.000 veces más potente que la morfina. Alivia los fuertes dolores del paciente con sida y cáncer, y no presenta problemas de tolerancia ni dependencia. 

                                             TIBURÓN.

La presencia de especies de tiburones en aguas infectadas llevó a pensar que poseían algún mecanismo de inmunidad. Así se descubrió la escualamina, una sustancia que abunda sobre todo en el hígado del grupo de los escualos. Su estudio podría llevar a una nueva generación de tratamientos contra infecciones de bacterias, hongos y protozoos. La escualamina también presenta actividad anticancerígena.


domingo, 10 de marzo de 2013

Especies marinas de interés farmaceútico.

En lineas generales, el mar puede parecer simplemente una masa enorme de agua salada, donde únicamente viven los peces y otros pequeños seres marinos. Sin embargo, esto es una mínima parte, puesto que si nos detenemos a explorarlo podemos descubrir infinidad de aplicaciones e incluso podemos encontrar en distintos organismos "antídotos" para curar algunas enfermedades.
Algunos ejemplos de esto son:

LOS CORALES.
Proporcionan un cuarto de las moléculas marinas con actividad farmacológica.
A mediados del siglo XX se comenzaron a explotar a gran escala como fuente de prostaglandinas, sustancias relacionadas con la fiebre, la inflamación y el dolor en humanos.

En la actualidad los corales proporcionan anticancerígenos y antiinflamatorios, y se estudian para tratar fracturas y crear implantes óseos.


LAS ESPONJAS.
Producen casi un tercio de los productos marinos farmacológicos. De ellas se obtienen medicamentos marinos muy variados. Desde antivirales hasta anticancerígenos, pasando por medicamentos contra el asma.
Curiosamente las esponjas parecen organismos muy indefensos. Para sobrevivir fabrican sustancias químicas o se alían, en simbiosis, con microorganismos que producen esas armas químicas de defensa.

ALGAS
Los preparados con algas se utilizan desde la antigüedad para el tratamiento de problemas digestivos, infecciones y procesos inflamatorios. Los estudios más recientes buscan en estas plantas marinas sustancias con propiedades anticancerígenas y antimicrobianas.

De ellas también se obtienen aditivos alimentarios y sustancias gelificantes como el agar o el carragenato

LAS MEDUSAS
La bioluminiscencia de algunas especies de medusa arrojó luz al estudio de las proteínas, invisibles al microscopio. El fármaco Aequorin permite seguir el recorrido de una proteína a lo largo de distintos órganos. Un proceso clave para detectar determinadas enfermedades. El colágeno de las medusas también tiene aplicaciones médicas en la artritis reumatoide.


LOS EQUINODERMOS.
Los equinodermos contienen sustancias capaces de estimular el crecimiento de las neuronas.
Estos productos, que también están presentes en la materia gris del cerebro humano, se llaman gangliósidos, y actúan aumentando el número de conexiones entre las células nerviosas. Los gangliósidos extraídos de equinodermos se están probando en el tratamiento contra el mal de Alzheimer.